Reflexión 14. El docente como líder

 ¿Qué es liderar? ¿Por qué un buen docente debe ser un buen líder?

Los docentes deben tener la capacidad de influir en los alumnos, con el fin de que éstos consigan unos objetivos establecidos. Un buen líder no tiene por qué dar órdenes, puede ser un líder positivo que despierte en los alumnos ganas de aprender.

En ocasiones, los alumnos ven al profesor como una figura dominante e inaccesible al que deben obediencia, por lo que, muchas veces, se sienten frustrados y no se atreven a preguntar dudas por miedo a las respuestas que podrían obtener.

No debemos obviar que las emociones se contagian y generan un gran impacto en los demás. Por ejemplo, la alegría y el buen humor del docente, o una actitud de confianza, propiciarán un clima de aula más alegre, esperanzador, en el que los alumnos se sientan valorados, en el que se confía en las posibilidades del equipo. Las emociones de un docente pueden ser potentes conductores del estado de ánimo de los alumnos. Un docente con un estilo de liderazgo efectivo es consciente de sus propias emociones y de las de sus alumnos, regulando el clima emocional del aula, en cada momento, con el fin de que favorezca la consecución de los objetivos.

¿Qué emociones queremos contagiar a nuestros alumnos? ¿Queremos despertarles ilusión por el aprendizaje o apagar su curiosidad? Deberíamos reflexionar acerca de esto. 


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